domingo, 30 de mayo de 2010

El Sueño

El sueño

31 de diciembre del 2075, 6 días antes de la catástrofe

Es fin de año, y este viejo perro de guerra se encuentra solo, sin familia, sin amigos, solo acompañado de un ave vieja, tanto como yo, desde que tengo memoria, la sociedad me dice que estoy enfermo, que debería de ir a un psicólogo, que simplemente estoy loco, nunca dude que tuvieran razón.


Estoy sentado en la acera de mi humilde casa, observando los cuadros y medallas que tan solo me traen recuerdos bañados en la sangre de inocentes... mierda, ¡no me arrepiento de nada!, el ruido de las balas y gritos de mujeres que ruegan no ser violadas y torturadas vienen a mi mente de una manera nostálgica ¡vaya! que tiempos aquellos, escribo mis memorias aunque sé que nunca serán leídas, faltan unas horas para el 2076, ¡ah! desearía volver al campo de batalla, pero ahora el sueño me está dominando, la vieja Madeleine reposa cerca de mí, los dos esperamos la muerte, y nuestro mayor deseo es morir en el campo de batalla, desearía que fuera posible... las memorias de un viejo suelen ser aburridas para las nuevas generaciones y aun mas para un ex militar, pero, ¿sería aburrida la historia de un ex-militar que venció al mismo diablo? lo dudo, recuerdo esa batalla cuando veo mi viejo rifle en cuyas almas de los que asesine están ahí, me persiguen y acosan queriéndome volver loco, pero ¡no me arrepiento! ¡si tuviera una segunda oportunidad les volvería a matar!, esa marca que aún conservo, ese chico, Abaddon, el único al que no vencí... aunque el tampoco me venció, a mi mente vienen tantas imágenes, sus ojos, su espada, vi a mi equipo caer ante su poder, sus cabezas rodar, escuche sus huesos romperse, su sangre en mi rostro, fue fascinante, y aunque ese chico lo haya negado, el lo disfruto tanto como yo, el nunca lo acepto, pero los verdaderos monstros somos nosotros los humanos, vaya imbécil.


Poco a poco comienzo a quedarme dormido, mi cabeza se tambalea mis ojos se cierran poco a poco, veo... tinieblas, todo esta obscuro ya ¿estaré muriendo por fin? al parecer si, por que veo el infierno, pero para mi es el paraíso, la ciudad esta en ruinas yo me siento mas joven que nunca y Madeleine volaba entre el fuego infernal, hasta posarse junto a mi brazo, exclamando su grito de guerra, luego de entre los escombros dos grandes alas blancas relucientes por su color tan puro, brillaban más intenso que las llamas infernales, abriéndose, dejando caer plumas blancas, por instinto, yo le apunte, ¡mataría todo lo que se moviese! ¡Cuando de repente el hermoso sonido tan familiar de las balas me despertó! era ya el 2076... aun no había muerto, aun no estaba en el infierno... en mi paraíso.

No existe el mal... todo está bien


3 de Enero 2076, 3 días antes de la catástrofe.


Han pasado ya 3 días... y aun tengo el mismo sueño, aun no eh muerto, diariamente me levanto abrazando mi viejo rifle ¡el me pide volver a las viejas andanzas! desde aquel sueño no eh salido de casa, escondido en mi madriguera deseando que entre el cazador para convertirlo en presa, Madeleine se comporta en forma extraña, al levantarme de mi cama ella se acerca a mi y deja que la acaricie, luego de un instante ella de posa magistralmente un retorcido árbol cercano a la casa, y vigila, espera al enemigo, al igual que yo.


Me eh puesto mis pantuflas y estaba dispuesto a bajar a desayunar pero, para mi sorpresa, encontré mi armario abierto y ¡ahí estaba! majestuosamente posada frente a mí, mirándome con sus incandescentes ojos rojos, apagados por el frio paso del tiempo, era como el viejo álbum de recuerdos familiares para mi, llamándome otra vez... era mi vieja armadura de guerra.


En el año 2025 el gobierno estadounidense nos proporciono la mejor tecnología de exterminación que poseían, el juguete que todo perro de guerra como yo deseaba, era una gran armadura color negra, moderna y bien armada, el casco seguía siendo como el de siempre, pero en cambio este contenía una máscara anti gas parecida a la de los pilotos, y el sistema de visión, era lo mejor de todo...pocas veces lo utilice, pero puedo recordar el miedo en los rostros de mis victimas, eran dos simples luces rojas, inexpresivas... solo dos luces rojas, redondas, los veía fijamente, sin expresión...sin piedad alguna.


Pero fije especialmente mi atención al hombro derecho de mi armadura, recordando nostálgicamente la razón de aquel símbolo... el hombro derecho de la armadura tenia la bandera de los estados unidos, pero en ese entonces yo tome un cuchillo, y desgarre la imagen de la bandera con la frase, kill.


Luego de salir de la correccional de menores a los 17 años y me enliste en el ejercito, no querían aceptarme, pero, mmm supe arreglármelas, en aquel entonces la tercera guerra mundial estaba a punto de estallar, seguíamos en guerra con los gusanos árabes, me convertí rápidamente en el mejor soldado, muchos decían que no tenia piedad, que no era un humano, incluso entre los mismos soldados estaba enfermo... me decepcione de todos ellos ¡que bola de maricas! ¿tener piedad en tiempos de guerra? ¡maricas! los mate a todos, les corte los miembros, hice mierda sus débiles cuerpos con armas, los torture física y psicológicamente, había incluso soldados que se negaban a violar a las mujeres que robábamos, había quienes se negaban a matarlas luego, y matar a sus hijos frente a sus ojos.


Fui considerado criminal de guerra por ello, siempre respondí lo mismo, no me arrepiento de nada ¡denme una segunda oportunidad e intentare hacer que sufran el doble! hasta que llego mi general... justo en el año 2025 el me ofreció la oportunidad de comandar un escuadrón en una misión especial, bañado en la emoción y el morbo al que siempre entregue mi alma acepte, luego de ello el me pregunto


-¿te consideras un hombre malo?- a lo que yo le respondí -¿hombre malo? que expresión mas estúpida, ¿sería bueno el hombre bueno sin el malo? yo solo mantengo el equilibrio- acto seguido el rio y me respondió -valla que somos diferentes, el me dio las ordenes y emprendí partida con mi nueva armadura.


varios años estuve siguiendo algo que ni yo sabía que era, podía sentirlo... había algo que guardaba un profundo odio hacia mí, no sé quien pero se porque, fue por la familia, esa familia de origen alemán, de cual la hermosa chica de pelo negro y la niña pequeña fueron las únicas dos sobrevivientes lo recuerdo... oh que dulce tragedia, nunca lo negué, yo naci para ser una rata, naci para disfrutar de los placeres mas bajos que la vida nos ofrece ¿por que escribí la palabra kill? yo no sirvo a mi país, yo lo hago por el simple placer enfermo de provocar dolor, y de sentirlo, no soy un hombre malo, nadie lo es, todos somos hombres...todos somos monstros.


Otra vez... dormido en mis pensamientos... espero la muerte... espero el sueño, pero esta vez no, no es el mismo sueño, escucho risas, risas de todo tipo risas, escabrosas y dementes, risas inocentes y alegres, pero, sigo en el infiero, las llamas lo cubren todo, Madeleine no esta... pero si observo a mi general... el no menciona nada solo me mira fijamente, su rostro no es como el de siempre... su rostro es como el de un ridículo payaso, pero no como un payaso cualquiera, pareciera más un arlequín en blanco y negro, su expresión... me asusta y eso no es normal, ¡en mi cabeza resuena una palabra a la velocidad de un disparo!, me hace despertar... mátalos...eso me levanta el animo.


¿En verdad crees que haces el bien? no habría luz si no existiera la obscuridad


5 de Enero 2076, unas cuantas horas antes de la catástrofe.


Hay demasiada tranquilidad ahí afuera mientras mi mente está preparada todo, me gustaría que mi cuerpo también, pero, se que hay una última batalla que libras, mi general me lo ah dicho, el es el único que comprende que no estoy loco, haya afuera, escucho el sonido de los arboles como siempre, escasos autos pasar por los suburbios por sus propias razones, una pareja de novios diciéndose banalidades de *amor* al oído, se que la intención de el muchacho es solo sexo, creo que yo lo hubiera hecho de una manera, menos sutil, puedo escucharlo todo atentamente haya afuera, desde el que debería ser mi lecho de muerte, ¡pero no lo será! ¡aun debo ver la sangre ajena en mis manos! ¡vamos Madeleine, sacude el polvo de tus lados! levanta el vuelo junto a mí y volvamos al campo de batalla! el dolor en mi corazón aumenta mas, esta a punto de pararse, todos dicen que se ven la vida ponerse ante tus ojos, pues yo solo veo un payaso, un maldito payaso que me da escalofríos, incluso a mi, el mal no existe... pero creo que él la excepción a la regla, Madeleine levanta vuelo, pero no puedo ver a donde, mis ojos se cierran poco a poco y el ocaso de mi vida puede sentirse ya frio en mi alma, cierro mis ojos ya resignado, pero, oh sorpresa escucho el reloj... falta media hora para la media noche, tengo esa sensación como si muchos mas estuvieran esperando impacientes esa hora, la media noche del 6 de enero, la biblia dice que es cuando los tres sabios le dieron sus regalos al niño Jesús, pues yo estaba seguro que esto sería algo diferente... algo muy diferente, se que los fantasmas de mi pasado revivirían una vez más para darme el enfermo placer que espere luego de mi forzado retiro de la militar.


mis ojos están cerrados, de nuevo escucho risas, campanas, siento lo ardiente del fuego, puedo oler la pólvora, escuchar gritos y el olor a sangre invade el ambiente, el payaso se acerca a mí, si, ¡él es mi viejo general! puedo sentir su asquerosa y escalofriante presencia que a mil guerreros hizo pedir clemencia, el bufón que mato al rey, el que ahora me daría mi último deseo... su cara pintado en blanco y negro con esa asquerosa sonrisa me miraba morbosamente, vestía un traje militar de alto rango con una seria de cruses de cabeza en lugar de medallas junto con pequeñas cabezas chorreantes de sangre el lugar de botones, solo pude oír su extraña voz que no podría describir aunque intentara hacerlo, me dijo -ve ya con tu placer- y en ese instante abrí los ojos desperrado por un pitido ensordecedor seguido de muchos gritos incesables, niños, hombres mujeres, incluso animales, la música del dolor resonaba nuevamente en mi alma y así recobre mis fuerzas, mi alma pedía otra vez volver a las andanzas, esta vez seria tal y como siempre quise, ¡yo y Madeleine, contra cualquier cosa que estuviera viva! ¡yo había vuelto a la vida por última vez! pero, ¿qué estoy esperando?, escuche fuertes toquidos en mi puerta, era obvio había una nueva guerra y esperaban que yo fuera su próxima victima, estos novatos esperan matar a un perro vieja como yo, pues creo que aun no, me puse mi armadura otra vez, tome mis materiales de trabajo nuevamente y ante que lograran abrir la puerta ¡bum! ¡hice mierda sus entrañas con mi arsenal! no podía contener la emoción así que reí como el viejo psicópata que soy, Madeleine volaba entre el fuego y lanzaba un alarido de guerra has llegar a mí, ahora es hora ya de partir a buscar batalla, a matara a estos gusanos religiosos que esperan purificar almas, a matar culpables y ladrones, ricos y mendigos, ¿matar? los hare sufrir a mi placer, sentiré el placer del dolor en masa, lentamente rápidamente ¿qué más da? de la forma que sea será una obra de arte, esta es la noche ¡esta es mi noche! en que las puertas del infierno han sido abiertas... en mi paraíso.


ahora este viejo se despide, dejando aquí su última memoria, si alguna vez llegas a encontrar este viejo diario, se ya que no soy una mala persona, solo fui alguien más que le dio color al mundo de una u otra forma, no digo que seas como yo, pues no quiero que todos sean como yo, pero si se que algo has aprendido de este viejo perro de guerra, que fui un humano un artista.


Haz de un arte tu vida.